Una instalación de energía solar fotovoltaica se compone de módulos fotovoltaicos (módulos solares), que a su vez, también se componen de células solares individuales. En estas células se lleva a cabo la transformación de la luz solar en corriente eléctrica. Existen distintos tipos de células solares (mono-cristalinas, poli-cristalinas o células solares de película fina).
Pero ante todo, existen diferencias cualitativas en relación a la vida útil y eficiencia de los módulos de los distintos fabricantes. Éstos casualmente son el resultado del proceso de fabricación y de la calidad de los materiales utilizados.
No es infrecuente que se dañen los módulos foto-voltaicos debido procesos meteorológicos, como la entrada de humedad (difusión de humedad), que hace que decaiga rápidamente el rendimiento de la célula solar.
Las toberas de plasma son fáciles de integrar en las líneas de producción nuevas o ya existentes. Este tipo de instalaciones de plasma se caracterizan por una alta seguridad de procesamiento, unos breves ciclos y altas velocidades de tratamiento.