Medición de la energía superficial: el punto de partida para el pretratamiento con plasma
Cada superficie presenta una energía concreta. Cada líquido (como por ejemplo la pintura) tiene también una tensión particular. Una adhesión fiable con estabilidad a largo plazo para la impresión, el encolado o el recubrimiento requiere que la energía superficial del material sea mayor que la del líquido. Los plásticos, por ejemplo, presentan una energía superficial predominantemente baja (normalmente inferior a los 28 mN/m). Si se va a imprimir sobre estos plásticos, se requiere una energía superficial de 40 mN/m para tintas a base de disolventes o una energía superficial de 56 mN/m para sistemas de curado UV. Si se emplean sistemas de pintura de base acuosa, la energía superficial tiene que ser superior a los 72 mN/m.
Para muchas aplicaciones industriales es de gran importancia que los adhesivos i/o las tintas sean compatibles de la mejor manera posible con las propiedades de la superficie. Un pretratamiento focalizado con plasma atmosférico logra un incremento significativo de la tensión superficial. De esta manera, los materiales obtienen las propiedades óptimas para la absorción de la tinta (humectación) o la adhesión.